miércoles, 20 de noviembre de 2013

Museos e historias de corazones muertos.

Eramos las esculturas mas bonitas del museo. 

Te tenia delante cada día, y cada día deseaba mas el poder tocarte.
Tenerte sin poder rozar una mejilla tuya, no poder articular ni un misero susurro, no poder agitarte el pelo, ni besar tu clavícula.  

Esa clavicula agrietada, de tantos golpes con complejo de besos.

Ojalá decir que me dejaste sin palabras no fuera tan real. Ojala decir que te deseaba no doliera tanto.

Nuestro invierno duraba 365 días, y las primaveras las pasamos de largo. 

Porque estos corazones no florecen. Porque estos ojos no brillan.
Y es que cuando el unico calentón es el del sol, ya no hay mariposas que cazar.