jueves, 4 de abril de 2013

Yo en trance y tu en tus trece

Cambiamos de estación, pero yo sigo siendo invierno, con trenes perdidos. Maleta en mano miro mi camino. Indefinido. Pedregoso, pero digo: Yo seré piedra contigo. Caeré, pero en tus redes.
Nosotros nos encontramos en un camino para perdidos.

Sin miedo, sin prisa y con una sonrisa.

Morderte el cuello y que mis labios sepan a tu colonia. Loca. Así estoy por tus labios. Por los mordiscos al final de cada beso. Y las palabras que escupen. Menudas palabras...

Despierta, tiemblo al mirarte.
Despierta, ries, y al reír tus labios inquietos me parecen
relámpagos de grana que serpean sobre un cielo de nieve.

Bécquer sera un Dios, pero solo tu consigues que me ilumine.

A cada mirada tuya añadele un suspiro mío, seguido de una sonrisa y un beso que me quite el aliento. Aquí yo pongo el aire, tu las ganas.

Mi espalda te está esperando, que aunque un día fuiste un tren perdido, volviste a la estación, porque aunque yo sea invierno, nosotros sembramos primavera.

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