lunes, 17 de febrero de 2014

Una princesa sin cuentacuentos

Ya he perdido la cuenta de las veces que se habrá repetido la misma canción en una tarde. También perdí la cuenta de esta vida y me toca pagarle con intereses.

Pero sigo contando las rayas blancas de los pasos de cebra, sigo contando con los dedos las personas que me han dicho te quiero -pero del de verdad- con una sonrisa y sigo contando las páginas que me quedan para acabar este libro. Y poder llorar con otras palabras.

Sigo.

O no se si me he parado en seco -pero lloviendo muy fuerte-, o estoy avanzando en círculos del color de tu iris y con alguna pestaña en la que tropezar.

Estoy pagando esto con páginas llenas de palabras escritas en tinta negra, cafés fríos encima de la mesita y días nublados aún saliendo el sol.

Las cuentas las he perdido, el reloj se ha parado y son las doce. 

                      

                      ¿Me toca ya convertirme en calabaza, romper el vestido y perder el tacón? 

1 comentario:

  1. Triste. Triste pero muy bonito. Porque joder, que bonito lo que escribes.
    Por eso vengo a decirte que te he nominado a los premios Liebster Awards.
    Pásate por mi blog si quieres enterarte de qué va la cosa.
    Un besazo bonita :)

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